Saludos buena gente!
"Después de su expulsión con deshonor del ejército soviético por unos incidentes nunca aclarados en la cantina del Cosmódromo de Baikonur, el subteniente Patenko sobrevivía trabajando como sexador de pollos en una granja de Maria de la Salut y aprovechaba los fines de semana para recorrer la Sierra de Tramuntana que tanto le recordaba a su Cáucaso natal". Así pues, este sábado tocaba enfrentarse a una de las rutas clásicas del montañismo mallorquín, el Torrent de Mortitx, en un recorrido sacado de internet que baja por el antiguo sendero que lleva a la finca situada junto a la desembocadura, el Rafal d'Ariant, para luego remontar el cauce hasta su nacimiento. La última parte, de poco menos de un kilómetro y donde cambia su nombre por el de Torrent Fondo, no la he hecho porque para eso necesitas llevar equipo de escalada completo con cuerdas, arneses, anclajes y traje de neopreno; queda pendiente para si algún día nos animamos unos cuantos.
Me doy cuenta de que en mis correos me repito más que un bocata de ajos, y que palabras como impresionante, acojonante o chulo suelen salir habitualmente en los comentarios de las fotos, sin embargo todo se queda corto para describir la flipada que ha sido esta jornada. En serio, este verano tenemos que ir un grupo para el que me ofrezco como sherpa, porque ninguna persona que disfrute paseando por la montaña puede quedarse sin admirar esta auténtica maravilla natural enclavada en una de las zonas más agrestes de Mallorca. Las vistas desde los acantilados son de lo mejor, y remontar después el torrente rodeado de paredes de más de trescientos metros por un paisaje incomparable es una experiencia única. Además, la verdad es que no ha sido, ni de lejos, la excursión más dura de este invierno y en todo el recorrido solo hay un paso ligeramente complicado, aparte del trozo de la cornisa sobre el mar que es fácil, pero donde no hay que dejarse llevar por el vértigo.
Habiendo caminado cerca de dos horas siguiendo las fitas a través de un terreno abrupto y "cabroncete" de verdad, vista hacia el sur para contemplar lo que vamos dejando atrás, con el Tomir al fondo. En todo el recorrido no existe nada que se pueda llamar camino, vas saltando de peñasco en peñasco atravesando las matas de carritx, intentando no desorientarte ni quedarte clavado en ninguna roca, que en esta zona, supongo que por el tipo de piedra y la acción de la erosión, cortan como navajas.
Alcanzada la costa bajando por Ses Voltes de s'Ullastre, delante tenemos el Balcó des Pescadors, un acantilado a 110 metros sobre el mar donde luego he comido. Delante está la Punta de Sa Pesquera entrando en el mar y más lejos el Musclo des Llorers que baja hasta el agua desde 393 metros de altura. Sobre la cornisa se adivina un sendero por donde después he pasado para llegar hasta el cauce del torrente en una ruta no apta para gente con vértigo ya que en un par de trozos solo hay un metro de distancia entre la pared de roca y la caída. De todos modos existe una ruta alternativa que te lleva por la parte de dentro, lo digo para que el Sr. Pau no se ponga nervioso.
La parte más cercana es el Morro de Sa Caleta, después está el Cingle Verd, con una altura de 384 metros y al fondo Ses Figueretes y Punta Beca que hace dos semanas veía desde el lado contrario el día que llegué hasta el Castell del Rei.
En esta imagen la presencia a la izquierda de unos binissalemers con los que después estuve charlando un rato da una idea de las dimensiones de las rocas donde estás, rodeado por un mar bastante revuelto, lo que hacía que el ruido fuera a ratos ensordecedor.
Una de las mejores sorpresas del día, la Cova de Ses Bruixes, mirando hacia el mar debajo del Musclo de ses Cordes, de 228 metros de altura. De todos modos yo sabía lo que buscaba porque había visto fotos de la cueva en varios blogs, es una pena que mi cámara no tenga un gran angular para poder captar el acantilado completo en una sola imagen. Ahora tocaba subir otra vez al acantilado para comerme el bocata (hoy sin vino), fumarme un pitillo, e iniciar el camino de vuelta que me tenía un poco preocupado porque sabía que tenía que pasar por el trozo de la cornisa hasta alcanzar el Pas de Sa Pesquera y después remontar un par de gorgs que podían complicarse.
Se alcanza el Pas de Sa Pesquera en media hora, yendo con mucho cuidado en dos o tres tramos donde el sendero es bastante estrecho, hasta llegar a los 198 metros de altura. Desde el mismo paso hago esta foto con la "técnica del acojonado": tumbado boca abajo en el suelo para mantener el centro de gravedad pegado a la roca, se extienden los brazos todo lo posible y se hacen unas cuantas confiando en que salga alguna decente.
Bajas ya por la parte interior hasta alcanzar el cauce y delante aparece la roca conocida como el Bec d'Oca, debajo de la cual se pasa después. Justo a mi espalda es donde arranca el Torrent Fondo. Aquí me encontrado con un grupo de "perroflautas" con todo el material de escalada a cuestas, cascos con frontal incluídos. La verdad es que eran muy simpáticos (me han contado que este trozo, que ellos acababan de hacer hasta el mar para luego escalar para volver al mismo sitio, les había dejado alucinados, lo que todavía me ha hecho más ganas de intentarlo en otra ocasión).
El torrente llevaba bastante caudal, lo que hacía que los gorgs estuvieran a rebosar de agua cristalina donde chapoteaban los "ferrerets" en su hábitat natural. Después de varios intentos fallidos, son demasiado rápidos, he desistido de intentar captarlos en alguna foto. El recorrido es fácil, vas bordeando el cauce por los lados, a ratos hay que subirse por los laterales pero sin ninguna dificultad hasta llegar al único paso comprometido del día...
... el Gorg des Bec d'Oca, de unos diez metros de largo, donde las paredes se cierran en vertical con lo que el único paso consiste en agarrarse bien con las manos a unos salientes que se ven a la derecha de la foto y encontrar donde poner los pies en la roca para pasarlo poco a poco. De todos modos, y para que no penséis que soy un fantasmón, el único riesgo que corres si resbalas es pegarte un chapuzón de agua fría y que además está muy limpia, pero aun así estoy contento de no haberla cagado porque no se si la cámara, los móviles y todo lo demás que llevo en la mochila habrían aguantado bien el baño.
El mismo gorg desde el lado contrario, una vez superado y con el subidón que te pega después de pasarlo sin problemas. Aquí a la izquierda se ven mejor los salientes en la roca donde hay que agarrarse. También existe otro recorrido alternativo si hubiera más agua o si no te ves con ánimos, pero hay que subir un trozo por la ladera lo que significa un cuarto de hora más de camino.
Diez minutos más tarde, sigues subiendo ya sin ninguna dificultad y hago la última foto que os envío por hoy. Desde aquí todavía queda superar el Gorg Llarg, este se pasa sin esfuerzo, cruzar la encrucijada donde se une este torrente con el Torrent de s'Hort des Molí, que para otra salida también sería muy interesante, y seguir subiendo durante una hora y media hasta que alcanzas el inicio, ya cerca de las viñas de la finca de Mortitx. Durante este trozo ya no hay agua y todo es la matada de subir hasta los cuatrocientos metros donde comienza la cuenca principal rodeado por paredes verticales por donde solo se aventuran las cabras y los zumbados como yo. Adeu!!!
